Es un proceso de intervención que permite al niño incrementar sus habilidades de expresión y comprensión de su entorno; corregir la claridad con que se expresa, la claridad en la producción de los sonidos o bien rehabilitar funciones lingüísticas perdidas por algún daño neurológico tanto en niños como en adultos.
Se sugiere recibir terapia de lenguaje en la infancia temprana cuando recién se detecte algún desfase en su desarrollo ya que existe evidencia que la intervención terapéutica antes de los 3 años es más efectiva y más breve. En caso de identificar el problema más tarde, se sugiere iniciar cuanto antes la terapia para evitar que los patrones inadecuados se sigan consolidando.
El enfoque de la terapia varía dependiendo de los objetivos planteados para cada niño y del estilo de aprendizaje del menor. Generalmente se emplean cuentos, juegos y ejercicios orofaciales para favorecer el desarrollo del lenguaje o la articulación de los fonemas. Se puede integrar con el trabajo de los procesos de lecto-escritura.
La idea principal es generar un autoconocimiento que permita el automoniotoreo y autocorrección de las alteraciones de lenguaje de las que sea objeto.
Se realiza una valoración de lenguaje y/o articulación a lo largo de 4 sesiones posterior a eso se entrega un reporte escrito describiendo el diagnóstico y metas de trabajo a corto y largo plazo. En caso de requerir terapia de lenguaje, esta se sugiere de una a dos veces por semana. Avanza realizará un seguimiento del caso con la escuela del niño, extendiendo recomendaciones e informando puntualmente sobre el proceso terapéutico, buscando siempre la creación de un equipo multidisciplinario que trabaje para el bien del niño.